Cooperativismo

El cooperativismo es el movimiento y la doctrina que impulsan la promoción y la organización de cooperativas: sociedades autónomas cuyos integrantes buscan satisfacer una necesidad en común.

Distintos principios rigen al cooperativismo. Se trata de valores que deben respetar este tipo de sociedades y sus miembros. Uno de los más importantes es el apoyo mutuo, ya que la finalidad de una cooperativa es la resolución de problemas comunes.

La democracia directa en los procesos de toma de decisiones; la equidades el reparto de los beneficios; y la igualdad entre los asociados (que tienen los mismos derechos y las mismas obligaciones y son libres para adherirse y retirarse de la asociación cuando deseen) son otros de los principios del cooperativismo.

La solidaridad también puede mencionarse como un pilar del cooperativismo. Estas asociaciones deben servir para solucionar inconvenientes de sus socios y de sus familias, pero también de la comunidad en la cual están insertas.

La Alianza Cooperativa Internacional es la institución que reúne y representa a las cooperativas de casi un centenar de países. Entre las funciones de esta entidad creada en 1895 se encuentra la difusión del cooperativismo.

Es importante tener en cuenta que las cooperativas pertenecen al denominado tercer sector o economía social, que combina cuestiones de la economía capitalista y del sector público. El cooperativismo, en este marco, constituye una corriente que va más allá del capitalismo, ya que no está basada en la generación de ganancias (lucro), sino en la satisfacción de las necesidades de la gente.

Los historiadores del cooperativismo están de acuerdo en señalar como antecedentes importantes del sistema cooperativo las desarrolladas por:
  1. Las asociaciones entre los artesanos en Egipto, los mercaderes y navegantes fenicios del siglo XVIII a.n.e. para sus negocios
  2. Los gérmenes de sociedades de ahorro y crédito en la China del siglo XII a.n.e.
  3. Las organizaciones para la explotación en común de la tierra de los babilonios.
  4. La colonia comunal mantenida por los esenios a la orilla del Mar Muerto.
  5. Sociedades funerarias y de seguros entre los griegos y los romanos.
  6. Los "ágapes" de los primeros cristianos como forma primitiva de las cooperativas.
  7. Vida agraria entre los germanos.
  8. Organizaciones agrarias y de trabajo entre los pueblos esclavos: el mir y el artel entre los rusos, la zadruga de los serbios.
  9. Agrupaciones de los campesinos para la transformación de la leche "quesería".
  10. Organizaciones para el cultivo de la tierra y el trabajo en las civilizaciones precolombinas, principalmente entre los incas entre los aztecas.
  11. Las cajas de comunidad en la época de la colonización española en América.
  12. Las colonias de carácter religioso de los inmigrantes en Norte América.

La sociedad feudal y más tarde la capitalista desarrollaron aún más la cooperación y es precisamente en ésta donde podemos encontrar los antecedentes más importantes del cooperativismo moderno.

El periodo comprendido entre los siglos XVIII Y XIX fue decisivo en la historia del capitalismo pues este sistema logra cambios en la actividad industrial tan importantes e innovadores que son denominados Revolución Industrial.

Los precursores del cooperativismo

Entre los primeros precursores que se destacan esta Peter Cornelius Plockboy, quien en 1659, publica un ensayo en el que proponía la organización de una sociedad que, conservando la propiedad individual, eliminara la explotación de unos hombres por otros y distribuyera los beneficios entre los miembros de la organización y consumo, efectivas tanto para la agricultura como para la industria.

Por su parte John Bellers (1654-1725), en 1695 hizo la explotación de sus ideas en el trabajo "proposiciones para la creación de una Asociación de Trabajo de Todas las Industrias Útiles y de la Agricultura", en el que propone la creación de colonias cooperativas de trabajo formadas por medio de acciones; los fondos se dedicarían a cubrir las necesidades de los socios y a la ampliación y fortalecimiento de la organización. Considera al trabajo y no al dinero la verdadera riqueza de una nación.

Una buena parte de los principios que forman la base del movimiento cooperativo moderno están en las ideas de estos dos precursores, si bien las mismas no siempre están expuestas en formas precisa.

Los principios:

  1. Adhesión voluntaria y abierta
  2. Significa que la cooperativa debe tener sus puertas abiertas para admitir socios y el interesado es libre para solicitar su admisión a ella cumpliendo ciertas condiciones ya previstas legalmente.

  3. Gestión democrática por parte de los asociados
  4. La administración de las cooperativas las hacen los propios socios, los cuales, reunidos democráticamente en asamblea general, eligen por votación a quienes van a formar la junta directiva.

  5. Participación económica de los asociados
  6. Debe sujetarse a lo que manden los estatutos de la cooperativa. Los asociados pueden supervisar la actuación de los directivos a través de delegados que integran los distintos órganos de administración. Esto puede incluir un interés limitado al capital: para el funcionamiento de una cooperativa se necesita un capital porque si bien es una empresa sin fines de lucro ninguna empresa funciona sin capital. Se entiende por interés limitado al capital, un interés fijo que no depende de la cantidad mayor o menor de las utilidades.

  7. Autonomía e independencia
  8. Son organizaciones autónomas de ayuda mutua.

  9. Educación, formación e información
  10. Las personas asociadas tienen el deber de prepararse social y profesionalmente para desarrollar eficazmente los compromisos asumidos como socios.

  11. Cooperación entre cooperativas
  12. Fortalecer el cooperativismo trabajando de manera conjunta.

  13. Interés por la comunidad
  14. Una cooperativa es una organización social vinculada directamente con la comunidad que la rodea y en la cual posee una participación activa dentro de la vida política de la misma. La solidaridad y el beneficio mutuo no radica solamente en mejoras sustanciales para los asociados de la cooperativa, sino también en la mejora de la calidad de vida de los habitantes de la comunidad. La participación activa de las cooperativas en la vida de la comunidad es plena aplicación de este principio sumado en el último congreso de la ACI, en 1995 en Mánchester.

Los principios que constituyen la esencia de las cooperativas no son independientes unos de otros. Están unidos por tenues lazos y cuando se ignora uno, los otros se resisten. Las cooperativas no deberían ser juzgadas exclusivamente en base a uno cualquiera de los principios sino que se las deberían evaluar por la manera en que adhieren a los principios como una totalidad.